La reina Ravenna es despiadada, fría y cruel; tiene una historia personal que la ha convertido en un monstruo, celosa de su belleza y de su juventud. Pero en realidad, lo que la desvela es conservar el poder que ejerce sin límites; cuando se siente amenazada, intenta defenderse y, de paso, alcanzar la inmortalidad aunque en ese empeño deba asesinar cruelmente a la joven Blancanieves, cautiva en el castillo real. Sobre este original enfoque de la conocida historia trabaja el director Rupert Sanders, y consigue elaborar una narración interesante aunque todos sabemos cómo viene la historia. Otro de los aciertos del realizador es la estética oscura y amenazante que adopta para todo el filme, que claramente está orientado a seducir a la platea de jóvenes y adolescentes. Sanders se desplaza entonces sobre un camino que abrió la saga de "El señor de los anillos" y que ya ha demostrado tener un fuerte magnetismo sobre ese público entusiasta y numeroso. La trama presta especial atención al personaje del Cazador, y lo muestra como un guerrero devastado por la muerte de su esposa, que desoye la orden de la Reina de eliminar a Blancanieves y que, por el contrario, se pone al frente de las tropas que recluta la legítima heredera del trono para recuperar el mando en el reino.
En el medio están los artilugios mágicos que intenta la Reina para cumplir sus propósitos y la aparición de los siete enanos (otra vez, más cerca de los fabulosos seres presentados en la saga de Peter Jackson que de los encantadores mineros que Walt Disney ideó para su legendario dibujo animado). Estos pequeños habitantes del bosque se unen también a las fuerzas leales a Blancanieves para intentar el asalto final sobre el castillo dominado por Ravenna.
La película está resuelta en un magnífico nivel visual y tanto la ambientación como las escenas de acción (batallas, duelos y persecuciones) resultan atrapantes. El director también acertó en la elección de los actores para encarnar a los personajes centrales, aunque puede criticarse una marcación excesiva en ciertos pasajes. La presencia de Kristen Stewart (heroína de la saga de "Crepúsculo") y de Chris Hemsworth (el semidiós Thor de los cómics de Marvel) asegura la concurrencia a las boleterías de todo un sector del público juvenil. Lo más atractivo resulta la versión del cuento, deliberadamente dirigida a los jóvenes y a los adolescentes y poco conveniente para los más chicos. La mezcla de magia, acción, violencia, pasiones desatadas y escenarios fabulosos produce un resultado entretenido y de muy buena factura técnica.